domingo, septiembre 18, 2005

Suomi





Con los ojos medio humedecidos miré la habitacion,
Donde mis amigos y yo pasamos muchas tardes,
Donde juntos capeamos muchos temporales,
Cantando y riendo hasta el amanecer.

Junto a la vieja y tosca estufa donde dejábamos nuestros sombreros
Dijimos nuestras palabras y cantamos nuestras canciones,
Sin añorar nada y sintiéndonos completamente satisfechos,
Hablando y riendo del mundo exterior.

Con los corazones ofuscados al paso del frío y el calor,
No nos pasó por la cabeza que pudiéramos envejecer algún día.
Pensamos que podríamos estar sentados eternamente alegres,
Aunque nuestras posibilidades fueran una entre un millón.

Tan fácil como distinguir el blanco del negro,
Era distinguir lo que estaba bien de lo que estaba equivocado.
Y aunque nuestras alternativas eran pocas, no nos asaltaba la idea
De que la única senda que recorríamos pudiera saltar en pedazos.

Muchos años han pasado desde entonces,
Muchos han sido los éxitos y fracasos,
Y muchos y diferentes los rumbos tomados por mis amigos;
No he vuelto a ver a ninguno de ellos.

Me gustaría, aunque es un deseo en vano,
Que simplemente pudiésemos sentarnos de nuevo en aquella habitación.
Diez mil dólares, en un abrir y cerrar de ojos,
Daría alegremente si nuestras vidas pudieran ser como antes fueron.

Fotos (pàgina de Jussi)

1 comentarios:

Blogger Nacho ha dicho...

:) Veo que te ha ido bien por Finlandia; un poco nostálgico, pero bien.

Me alegro. Nos vemos el mes que viene. ;-)

Saludos desde Hannover.

4:13 p. m.  

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